Ya ha llegado el frío y qué mejor que calentarse con esta receta que es totalmente otoñal: un pastel calentito con legumbre, cereal y coliflor recién sacado del horno. ¿A que apetece? 🙂
La coliflor pertenece a la familia de las crucíferas, es decir, a todas estas plantas que se caracterizan porque huelen a azufre: la col, el brócoli, el repollo, coles de Bruselas, etc. Aunque ahora ya hay muchas variedades y pueden encontrarse en distintas épocas del año, todas estas plantas son típicas de época o clima frío. A mí esta familia de plantas, las crucíferas, siempre me recuerdan a mí Erasmus en Wageningen, Holanda. Por aquel entonces yo ya llevaba años siendo vegetariana y no tenía un gran recetario del que echar mano, así que comía muuuucha verdura. Las crucíferas eran las únicas verduras en aquel momento que se producían en Holanda, es decir, eran las únicas que podías encontrar en el mercado a un precio asequible. Puesto que me negaba a pagar mas de mil pesetas el kilo (por aquel entonces aún había pesetas en España y florines en Holanda) por unas acelgas españolas, lo que me podía permitir era la verdura local. Así que comí muchas, muchas pero muchas crucíferas de los invernaderos holandeses. Afortunadamente me encantaban y me siguen encantando.
De mi pasión por el garbanzo ya he hablado unas cuantas veces en otros posts anteriores. El mijo es un cereal espectacular y súper versátil y para saber un poco más sobre el podéis echar un vistazo al post anterior, Hamburguesas de mijo y garbanzos. Así que nada, vamos con esta receta, ideal para estos días de frío otoñales, de camino al invierno.
Tiempo de preparación: cortar las verduras 10 minutos, rehogarlas 5 minutos, añadir el mijo y cocerlo 20-25 min, mientras, cocer los garbanzos unos 40-45 minutos; montar el pastel y hornear 10-15 minutos. Así que sería una hora aproximadamente.
Ingredientes (para 4 raciones como la de la foto):
- 1 vaso de mijo (unos 250 gramos)
- Media coliflor (unos 800 gramos)
- 200 gramos de garbanzos
- 2 cebollas
- 3 vasos de caldo de verduras o agua (unos 750 ml)
- Sal marina sin refinar
- Pimienta negra
- Aceite de oliva virgen extra
- Un trocito de alga kombu
Utensilios:
- Olla a presión
- Olla con su tapa
- Escurridor
- Tabla de madera
- Cuchillo
- Cuchara de madera
- Fuente de vidrio para el horno
Preparación:
- Poner a remojo los garbanzos al menos unas 10-12 horas.
- Poner los garbanzos junto con el alga kombu y sal en la olla a presión y cocinar el tiempo necesario, que variará según el tipo de agua, olla, fuego y tipo de garbanzo. En mi caso, unos 40-45 minutos.
- Mientras tanto, picar la cebolla y lavar y cortar la coliflor en trocitos de tamaño similar.
- Poner la olla al fuego y, una vez caliente, añadir el aceite y la cebolla y bajar le fuego.
- Rehogar durante 5-10 minutos y añadir la coliflor cortada en trocitos y el mijo.
- Salpimentar y añadir el caldo de verduras.
- Llevar a ebullición y una vez rompa a hervir bajar el fuego y cocinar a fuego lento hasta que el mijo esté blando y todo el caldo se haya consumido.
- En la fuente de horno echar los garbanzos y escacharlos con la ayuda de un tenedor hasta que formen una base uniforme para el pastel.
- Verter encima la mezcla cocinada de mijo, coliflor y cebolla.
- Meter al horno unos 10 minutos para que se compacte y el pastel ya está listo.
Cosas a tener en cuenta:
- Si no tienes caldo de verduras puedes usar agua, aunque el saborcito que le da el caldo de verduras es siempre un gustazo.
- Si no tienes alga kombu no pasa nada, simplemente ayuda a que la cocción sea mas rápida y remineraliza la legumbre.
- Para emplatarlo puedes añadir por encima una crema de verduras, le dará un color bonito y añadirá sabor al plato. Yo en este caso he usado la Crema de zanahorias especiada que le da un sabor riquísimo a la mezcla. Para completarlo podemos añadir unas semillas de sésamo tostadas u alguna hoja verde que tengamos en casa, en mi caso unas hojitas de zanahoria.