Estamos en pleno verano, la época del calabacín, así que hay que aprovecharlo para tener un calabacín sabroso, local y de temporada. A mí me encanta y es muy versátil, te sirve para todo, desde cremas hasta potajes, tortillas o incluso para comerlo en crudo en una ensalada. Hace mucho tiempo que no como huevos y en general no lo extraño nada, pero es cierto que el recuerdo de la tortilla se antoja de vez en cuando. Por ello decidí aprender a hacer bien tortillas veganas para, de vez en cuando, hacerme una y saciar el antojo de aquel recuerdo lejano del pincho de tortilla. ¡¡Y qué grata sorpresa descubrir que es tan sencillo de hacer!! Así que nada, manos a la obra que esto es fácil, quizás las primeras sean algo más complicadas (lo mismo que con la tortilla convencional) pero poco a poco le vas pillando el truco a tu sartén y tus fuegos y el asunto está solucionado. Pues eso, a disfrutar del pincho de “tortilla”. 😊
Tiempo de preparación: mezclar la harina y el agua lleva máximo 5 minutos, lavar y cortar las verduras otros 5 minutos, cocinar las verduras 20 y hacer la tortilla unos 10, así que tiempo total son unos 40 minutos.
Ingredientes (para una tortilla individual):
- 1 calabacín pequeño
- Media cebolla
- Medio vaso de mezcla 50:50 de harina de garbanzo y maíz (unos 60 gramos)
- ¾ de vaso de agua (unos 170 ml)
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Utensilios:
- Cuchillo y tabla para cortar
- Cuchara de madera
- Sartén 1 (para cocinar verduras)
- Sartén 2 (antiadherente, para la tortilla)
- Plato para dar la vuelta a la tortilla
Preparación:
- Mezclar las harinas, añadir el agua y remover hasta que quede una mezcla homogénea. Dejar reposar en la nevera durante al menos 12 horas para que toda la mezcla se amalgame bien.
- Antes de ponerse con las verduras, sacar la mezcla de la nevera para que suba su temperatura.
- Lavar bien las verduras.
- Cortar el calabacín y la cebolla al gusto. Yo las suelo hacer en láminas, pero aquí hay para todos los gustos: más cuadrados, trozos más pequeños, más grandes…¡al gusto!
- Poner la sartén al fuego y cuándo esté bien caliente añadir el aceite y luego la cebolla. Bajar el fuego a nivel medio y sofreír un par de minutos.
- Añadir el calabacín y cocinarlo todo durante unos 20 minutos, dándole vueltas se vez en cuando.
- Mezclarlo todo bien con la mezcla de harina y agua que hemos sacado antes de la nevera.
- Poner la sartén antiadherente al fuego y cuando esté bien caliente añadir el aceite.
- Añadir ahora el preparado para la tortilla.
- Hacer un lado, dar la vuelta y hacer el otro.
- Y lista para servir y disfrutar
Cosas a tener en cuenta:
- Al mezclar la harina es importante dejarla reposar y, una vez se va a usar, ver si le hace falta más agua (en el caso de que haya quedado muy densa) o añadir un poco más de harina (en el caso de que haya quedado excesivamente líquida).
- La harina se puede ir combinando, a veces más de garbanzo o de maíz, o incluso, ¿por qué no? Probar otro tipo de harina de otras legumbres, o de sarraceno, y ver qué pasa…es cuestión de gustos.
- Yo tengo una sartén que solo uso para este tipo de cosas, es decir, cosas que se pueden agarrar muy fácilmente tipo tortilla, crepes…es decir, básicamente masas que se agarran si usas sartenes normales que han perdido la anti-adherencia.
- Además de sal se puede añadir una puntita de pimienta.
- Además de la cebolla también se puede añadir un poco de ajo bien picado.
- Como con todas las tortillas, ojo al darle la vuelta, con cuidado de que no se nos rompa.
- Puedes combinar la tortila con muchas cosas, entre otras se me ocurre unos crackers caseros como estos Crackers de espelta.
Como siempre, ¡Que te aproveche! Si pruebas a hacer la receta me encantaría escuchar tu opinión. ¡Cuenta, cuenta! 🙂
Qué rica está esta tortilla! No había probado antes la tortilla vegana, cuando la hiciste tú me encantó. Hay un bar vegano aquí, que hacen las tortillas también muy ricas, cuando vuelvas vamos!
LikeLike
Me lo apunto para ir!!! 🙂
LikeLike