No sé si es mi naturaleza primaveral o simplemente que están buenísimas, pero el caso es que todas las verduras de primavera (habas, guisantes, alcachofas, ajos tiernos, espárragos…) me encantan. Llega esta temporada y es todo un gustazo el poder disfrutar de estas verduras frescas y recién cosechadas. En mi recuerdo de la infancia, habas alcachofas y guisantes siempre han sido las estrellas de la primavera. Además, son de mis verduras preferidas con lo cual la llegada de la primavera siempre ha sido una fiesta para disfrutarlas.
En mi tierra, Zaragoza, las habas siempre (o al menos en todo el entorno que yo conozco) se han comido enteras, es decir, las vainas con las habitas dentro. Se hierven con un poco de patata y luego se rehogan, en muchos casos con productos animales, en mi caso con ajo y/o cebolla. Pero es cierto que en otros lugares se disfrutan de otra manera, normalmente consumiendo solo lo que son las habas en sí y eliminando la vaina que las aloja. Yo he de confesar que esta manera de consumirlas me encanta: esas habitas tiernas que se deshacen en la boca me parecen una exquisitez. Peeeeero, esta forma de comerlas me planteaba un dilema porque queda toda la vaina completa como un deshecho, cosa que va totalmente en contra de mis principios de “AQUÍ NO SE TIRA NADA”. Así que hace un tiempo decidí que esas vainas había que aprovecharlas y me inventé una crema/sopa de habas con la que aprovechar esos restos.
Es decir, con estas habas yo propongo dos recetas: 1) un guiso de habitas tiernas con cebolla y 2) una crema hecha con las vainas sobrantes.
Tiempo de preparación: unos 15 minutos pelar las habas (siempre dependiendo de la cantidad obviamente) y picar la cebolla. Unos 20 minutos el guiso de habitas tiernas y unos 40-50 cociendo la vainas para la crema, ya que es a fuego lento
Ingredientes:
- Habas
- Media cebolla
- Aceite de oliva virgen extra
- Perejil picado
- Sal marina
- Un vasito de agua (o caldo de verduras casero)
Utensilios necesarios:
- Sartén con su tapa
- Olla de cocina
- Tabla de cortar
- Cuchillo
- Cuchara de madera
- Batidora con su vaso
Preparación:
Separamos las habas de la vaina, con cuidado, quitando todos los pelitos e hilos duros que salen de los laterales de la vaina. Dejamos por un lado las habas para la receta 1 y por otro las vainas para la receta 2
Receta 1: guiso de habas tiernas con cebolla
- Ponemos la sartén a calentar, a fuego alto.
- Una vez esté caliente añadimos el aceite y acto seguido añadimos la media cebolla que ha sido previamente picada finita
- Bajamos el fuego para que no se queme y la rehogamos unos minutos
- Añadimos las habas y las salteamos unos minutos junto con la cebolla
- Añadimos el agua (o caldo de verduras) y la sal al gusto y subimos el fuego un poco para llevar a ebullición
- En el momento que empiece a hervir bajamos el fuego al medio-mínimo para que se haga despacito y tapado. El tiempo de cocción dependerá un poco del tamaño de las habas y del tiempo que tengan (si están más frescas se hacen enseguida si tienen más tiempo y están más duras tardarán más). Así que hay que ir echándoles un ojo
- Una vez se apague el fuego añadir el perejil picado y dejarlo tapado unos minutos mas ¡Servir y a disfrutar!
Receta 2: crema de las vainas de las habas
- Ponemos la olla a calentar, a fuego alto.
- Una vez esté caliente añadimos el aceite y la cebolla picada
- La rehogamos un par de minutos y añadimos las vainas un par de minutos mas
- Añadimos el agua (o caldo de verduras) y la sal al gusto y llevamos a ebullición. La cantidad de agua o caldo depende de si quieres una textura más de crema o de sopa, ahí es al gusto…
- Cuando empiece a hervir bajamos el fuego al mínimo y tapamos
- Lo dejaremos a fuego bajo 40-50 minutos, hasta que las vainas estén bien tiernas
- Una vez todo bien blandito lo sacamos del fuego y solo queda pasarlo por la batidora, rectificar de sal y ¡a comer!
Cosas a tener en cuenta:
- La receta 1 puede tener muchas variaciones: se puede añadir pimienta, una hojita de laurel, menta en lugar de perejil, un chorrito de vino blanco, una cucharadita de harina si se quiere espesar la salsa…o infinitas posibilidades que estaré encanta de conocer si es que tú las cocinas de otra manera
- En el caso de la receta 2 es muy importante limpiar bien las vainas porque si no pueden quedar hilos que no son nada de agradables de comer cuándo estás disfrutando tu cremita. Si ves que, una vez hecha, han quedado muchos hilos puedes pasarla por el pasa purés, que quitará esos hilos molestos de la crema
- En la receta 1 el perejil/menta puede añadirse justo antes de servir, así le dará al plato un toque de frescura que también está muy bien
- En la receta 2, a la hora de servir, se pueden añadir unas semillas de sésamo blanco o negro, un poco de cebollino picado y unas gotitas de aceite virgen extra. Todo esto le da muy buen sabor y además hace que le plato luzca más bonito
Pues eso, ¡Que te aproveche! Si las haces, me encantaría escuchar tu opinion. ¿Has usado otro tipo de especias? ¿Has echado vino? ¿Has descubierto una forma super rápida y eficaz de pelarlas y que no quede ni un solo hilo? ¡Cuenta por favor! Será un placer saber como te ha ido y probarlo yo también! 🙂
¡Hola Lorena!
El fin de semana pasado cociné las habas. Quedaron muy buenas, me gustaron más las guisadas.
Aprendo cocinando tus recetas, son fáciles y por sobre todo ricas. ¡Éste finde a la crema de col!
Te mando un abrazo.
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¡Hola Ariel! ¡Qué ilusión que aprendas con las recetas y que te gusten! Un abrazo!!
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Hola Lorena!
Acabo de hacer las recetas con habas
Muy buenas las dos, pero la crema muy suave, deliciosa!!!
Seguiré con las otras recetas
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Qué bien! Me alegro mucho de que te haya gustado y gracias por tu comentario…un abrazo!! 🙂
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