Clorofil·la, Mahón (Menorca)
Una de las primeras cosas que hice una vez decidido que las vacaciones serían en Menorca fue (como siempre) entrar a internet y buscar qué opciones de restaurantes veganos o vegan friendly había en la isla. Decepción. Solo había dos en toda la isla: uno en Ciudadela y otro en Mahón (a fecha Octubre 2017). Como nos alojábamos en Mahón, le eche un vistazo a ese y vi que, al menos tenía buena pinta y opiniones. Pensé: “vale, al menos una buena cena fuera de casa podremos hacer”.
La primera noche ya fuimos allí directos. Y oh, ¡sorpresa! Flechazo a primera vista, el lugar nos encantó! Comida riquísima y hecha con amor, restaurante bonito y cuidado, buen precio, personal atento y muy amable…¿hace falta algo mas? Vale, que además esté en un lugar maravilloso como es Menorca. Conclusión: cenamos allí 4 de los 7 días que estuvimos en la isla.
La comida. Clorofil·la es un restaurante vegetariano con muchas opciones veganas. Su propuesta es la de una alimentación saludable, consciente y sostenible, y buscan que sus ingredientes sean ecológicos y de proximidad. Tienen un menú diario al mediodía, con un buffet the ensaladas, que no tuvimos el placer de probar porque estábamos viajando por la isla. La carta incluye entrantes para picar, ensaladas, segundos fríos y calientes y un postres riquísimos! Además, cuentan con una bodega de vinos ecológicos y distintos tipos de bebidas sin alcohol, smoothies, etc.
El local. Es grande, espacioso, con mucha luz, bien decorado. Está en pleno centro de Mahón, al lado de la Iglesia de Santa María, muy cerquita de todo caminando. Se nota que lo han decorado con amor y que es un proyecto que nace de las ganas de compartir algo bonito.
Los precios. Son muy asequibles. Dan un producto de calidad, ecológico y de cercanía, y en función de ello el precio a pagar es totalmente razonable. Cada noche que cenamos allí salimos con el estómago lleno y el cuerpo bien nutrido, habiendo pagado lo justo y necesario.
El personal. Simplemente, maravilloso. Esther y Carlos son los propietarios de este lugar y, bajo mi opinión, están haciendo un trabajo espectacular. Igual que con la elección y decoración del local, se ve que es un proyecto creado con amor. Nos trataron de lujo y nos ayudaron con las miles de preguntas que les hicimos. Se nota que hay una muy buena energía que se respira en el ambiente. Un amor de personas.
Además este restaurante está en Menorca. Isla entre las islas. Lugar paradisíaco del que nos enamoramos totalmente. Hay que ir, si o si. Para mi este lugar es una parada obligatoria si vas a Menorca. Seas vegano, vegetariano u omnívoro vas a salir de allí content@ seguro. Sinceramente, yo estoy deseando volver. ¡No te lo pierdas!